sábado, agosto 11

Alicia Fernández



Se ha creado la representación de un ser humano nuevo, aplanado, andrógino y sin humor, agobiado por el evitamiento de sus pasiones y sueños, avergonzado por no poder alcanzar el ideal que se propone: flaco, consumidor, exitoso y culposo por no poder comprarles  a sus hijos la felicidad en cuotas.

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